martes, 22 de junio de 2010

El pulmón de la Tierra también está en peligro. Del Amazonas desaparecen millones de hectáreas que incluyen especies endémicas de fauna y flora. El legendario Kapax se ha convertido en defensor del río y de la selva



Kapax, una de las figuras más representativas del Amazonas por ser pionero en la defensa y conservación de los ríos y la naturaleza ofreció un reportaje para la revista Diners. Aquí algunos de los apartes en el que prefirió hacerlo como Alberto Lesmes, su nombre de pila; como otro colombiano intranquilo y triste por la realidad de la región del Amazonas, con respecto al cambio climático.



Están guardados la pantaloneta, el cuchillo y los collares de hilo: el atuendo completo que usó para atravesar brazada a brazada el Magdalena y la cuenca del río Amazonas, a fin de mostrarles a los colombianos la importancia económica, ecológica y social del río madre, para tatuar en la conciencia de los niños y jóvenes de cada municipio ribereño una frase simple y definitiva: “Quien ama el río, lo protege”.



Recuerda que hace veinte años el Amazonas era navegable porque había canal y profundidad y eran mínimas las posibilidades de grandes inundaciones de kilómetros y kilómetros de selvas aledañas, como ahora suele suceder de abril a junio. Pero también le inquietan los meses de julio a noviembre cuando se sedimentan los ríos, hay sequía y son sorprendidos los habitantes, la flora y la fauna de la región con temperaturas que llegan hasta cuarenta grados centígrados.



El cuadro de la Amazonia colombiana es tan sólo un retazo de ese preocupante rompecabezas verde compuesto por siete millones de kilómetros cuadrados de exuberante flora y fauna que se riegan a lo largo de ocho países de Suramérica. A Colombia le corresponden un poco más de cuatrocientos mil kilómetros cuadrados de Amazonia en ocho departamentos, o sea treinta y cinco por ciento del territorio nacional, y como ocurre en Brasil o Perú, para citar dos ejemplos, pueden convertirse en bosque seco de sabana y con ello incrementar el calentamiento global y el número anual de tragedias ecológicas.
Algunos expertos creen que en el 2050, el cuarenta por ciento de los bosques amazónicos de Suramérica dejarán de existir, y aumentará la temperatura más de doce grados.



El mundo está enfermo. Muy enfermo. Y lo del Amazonas es comparable con la situación de un paciente crónico que padece recaídas con cierta frecuencia. Pero aún hay tiempo para detener las conductas irresponsables del hombre, entre ellas la tala de árboles, “culpable de eliminar la humedad de nuestras selvas y de aumentar el riesgo de continuos incendios”, explica Lesmes.

Vale la pena el esfuerzo. Mal que bien el verde continuo del Amazonas contiene el veinte por ciento del agua dulce del planeta y es el eje de estabilización climática y la fuente de energía boscosa de Suramérica. Dispuesto a lucir otra vez el atuendo de nadador capaz de surcar los ríos más briosos del país, Alberto Lesmes está listo para ser de nuevo Kapax y demostrarles a los niños colombianos de los municipios ribereños del río Magdalena y la cuenca amazónica que “la gran fuente de la vida es el agua y que un río sano es el mejor amigo”. Si lo dice Kapax, que es mitad pez y mitad hombre, hay que creerle.

Modificado de:
http://www.revistadiners.com.co/nuevo/internaedicion.php?idn=24&idm=3

miércoles, 12 de mayo de 2010

RESULTADOS DE LA CONFERENCIA DE LOS PUEBLOS SOBRE CAMBIO CLIMÁTICO DE COCHABAMBA


La reciente Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, celebrada en la ciudad de Cochabamba del 19 al 22 de abril pasado, configuró un escenario propicio no sólo para debatir la problemática global del cambio climático, sino para cuestionar los sustentos políticos del sistema como factor causante de la actual crisis mundial y responsable de estos fenómenos que afectan seriamente a los pueblos más pobres del planeta.

Más de 35 mil personas procedentes de más de 126 países, entre ellos miles de representantes de organizaciones sociales, pueblos indígenas y sectores académicos y científicos, analizaron las causas que provocan el cambio climático y demandaron al unísono garantizar la soberanía de los recursos naturales renovables y no renovables, así como la soberanía alimentaria de los pueblos, entre otros importantes temas para preservar la vida en el planeta.
 
Entre las principales conclusiones cabe señalar la propuesta de un Referendo Mundial sobre Cambio Climático, la conformación de un Tribunal Internacional de Justicia Climática y Ambiental, establecer la deuda climática y el Acuerdo de los Pueblos o Declaración de Cochabamba.

Tomado de: www.deslinde. org.co

jueves, 25 de marzo de 2010

LA HORA DE PLANETA


El 27 de marzo del 2010, a las 8:30 pm, millones de personas se unirán para hacer un llamado a la acción en torno al cambio climático, apagando sus luces por una hora: La Hora del Planeta. Este movimiento simbólico demostrará que unidos podemos hacer una diferencia, protegiendo así nuestro futuro y el de las siguientes generaciones.

Al apagar las luces no esenciales durante una hora –la Hora del Planeta- nos uniremos a millones de personas alrededor del mundo en su compromiso de luchar contra el cambio climático y enviar un mensaje de que el momento de actuar es ahora.

El 27 de marzo a las 8:30 pm, hora local, la Hora del Planeta surcará en cascada por todo el mundo, de una zona de tiempo a otra- uniendo al planeta en un llamado a la toma de acción único y sencillo.


La Hora del Planeta fue creada hace tres años por WWF, la organización mundial de conservación conocida en los Estados Unidos como World Wildlife Fund. Desde entonces, La Hora del Planeta, con un enfoque no partidista, ha capturado la imaginación del mundo y se ha convertido en un fenómeno mundial. Cientos de millones de personas participaron en la Hora del Planeta 2009 – involucrando 4,100 ciudades en 87 países, en siete continentes.

Fuente: https://www.myearthhour.org

viernes, 19 de marzo de 2010

2010, Año Internacional de la Biodiversidad



El 2010 ha sido declarado por las Naciones Unidas como el Año Internacional de la Diversidad Biológica (AIB), con el fin de atraer la atención internacional al problema de la pérdida de biodiversidad que sufre el planeta.
Hace ocho años, en 2002, durante la Cumbre de Desarrollo Sostenible realizada en Johannesburgo, se estableció como meta para el 2010 la reducción del ritmo de pérdida de la biodiversidad desde el nivel global hasta el local. Sin embargo, los esfuerzos no han sido suficientes, y ésta meta no se logró. Por esto, el tema ha sido retomado hoy y se declaró el AIB con el propósito de realizar acciones más contundentes que realmente enfoquen los esfuerzos en llegar a la meta que debía haberse cumplido este mismo año.

Tal como lo declaró el Secretario General de las Naciones Unidas, Sr. Ban Kimoon: “Nuestra Vida depende de la diversidad biológica, algunas especies y ecosistemas están desapareciendo a un ritmo insostenible, y nosotros los seres humanos somos la casa...necesitamos una nueva visión y nuevas iniciativas, no podemos dejar que todo siga como si no pasara nada. Con ocasión del AIB exhorto a todos los países y ciudadanos a unirse y formar una alianza mundial para proteger la vida en la tierra.”

Respondiendo a esta iniciativa, en muchos países ya se ha lanzado oficialmente el AIB y se han puesto a la tarea de divulgar, promover y generar acciones y estrategias que ayuden a cumplir los propósitos concernientes a la conservación de la Biodiversidad en cada uno de ellos.

Los acontecimientos internacionales más destacados del año serán la serie de sesiones de alto nivel de la Asamblea de las Naciones Unidas y la décima reunión de la Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica, que se celebrará en Nagoya (Japón). Estos actos contribuirán a la elaboración de futuras estrategias para conservar los ecosistemas del planeta.

Por otra parte, en Colombia, el pasado 26 de enero, las palabras de Eugenia Ponce de León, Directora General del Instituto Alexander Von Humboldt, lanzaron oficialmente el AIB en las instalaciones del Jardín Botánico José Celestino Mútis de Bogotá.

Su discurso hizo énfasis en la enorme responsabilidad que tenemos sobre la conservación de la vida en un país megadiverso como el nuestro, en el cual los habitantes disfrutamos a diario y en abundancia de los bienes y servicios de los ecosistemas que nos rodean.
Hay mucho por hacer y este año, en palabras de Eugenia, “es nuestra oportunidad para empezar la tarea”.

En este momento se encuentra a disposición del público el sitio web www.2010colombia.com en el cual se encuentra información sobre la biodiversidad Colombiana y las actividades que se realizarán durante el año.

Tomado de BioUN – Noticias, Edición especial de vacaciones. Dic. 2009 – Ene. 2010 /No 15